Psicólogos en Oviedo.
Las emociones positivas cotizan al alza en el mercado de los sentimientos. En un mundo en el que se multiplican los expertos en coaching y proliferan los gurús de la autoayuda, es casi un mantra. Hay que enfocarlo todo desde una perspectiva positiva y proactiva para no caer en el infierno de una personalidad irremisiblemente avocada a la infelicidad, o a la depresión. Hasta el punto de que parece una obligación sentirse bien en todo momento. Sin tregua. So pena de incurrir en el pecado de ser incapaces de gestionar eficazmente las propias emociones.
Pero no es bueno ponerse tan drásticos. Desde Vivat Psicólogos en Oviedo, somos conscientes de que los estados de ánimo fluctúan de modo natural. Se atraviesan períodos de calma total y absoluta placidez, otros más agitados, y en ocasiones grandes tempestades que nos conmueven emocionalmente. Todo en función de nuestras circunstancias vitales, de cómo nos afectan y de cómo percibimos nosotros mismos que nos afectan. Hay veces en que lo más natural es sentirse mal, y existe un proceso gradual de recuperación que es conveniente respetar, como al tratar de superar la pérdida de un ser querido.
Por eso, cuando nos invaden pensamientos negativos no es conveniente aumentarlos añadiéndoles un componente de culpabilidad por tenerlos. Como psicólogos en Oviedo acostumbrados a tratar muchos aspectos relacionados con el bienestar psicológico y el crecimiento personal, en Vivat intentamos enseñar a ponderar las situaciones. Sentirse feliz no es una opción que podamos elegir muchas veces, y menos una obligación que nos imponga una disciplina de ejercicios mentales tras los que esconder la causa de esa infelicidad. En ocasiones es bueno asumir cierto malestar o algunas emociones negativas y aceptarlas como algo natural, con la confianza de que son estados de ánimo pasajeros.
Por eso nos hacemos eco de un estudio de un equipo de psicólogos de la Universidad de Berkeley sobre los beneficios sobre el bienestar psicológico de aceptar las emociones y pensamientos negativos publicado en el Journal of Personality and Social Psychology. Un ensayo realizado sobre cerca de 1.300 voluntarios, a partir de las respuestas obtenidas, vendría a demostrar cómo dejar seguir su curso natural a emociones como el abatimiento, el resentimiento o el desengaño, sin empeñarse en transformarlas en algo positivo o en rebelarse abiertamente contra ellas, acaba dando mejores resultados para el bienestar psicológico, a la larga. Como psicólogos sabemos que lo que hay que evitar es un enfoque distorsionado de la realidad que nos lleve a una espiral descendente de autoestima. Pero no siempre es saludable poner al mal tiempo buena cara. Una mueca de desagrado parecería lo más razonable en ciertos casos, a la espera de que pase la tormenta.