Psicólogos en Oviedo
¿Por qué el azul le sienta bien a tu mente? En Vivat como Psicólogos en Oviedo no podríamos dar una razón a priori, pero la respuesta podría venir, como no, de Barcelona. Parece ser que existen estudios científicos que demostrarían que las personas que viven cerca de espacios azules al aire libre, despliegan más actividad física, y disfrutan de mejor salud mental. Esas serían las conclusiones del Instituto de Salud Global de Barcelona publicado en el International Journal of Hygiene and Environmental Health.
En principio, habría que dejar bien sentado, qué se considerarían espacios azules. Vivir cerca del mar o de un lago, parece ser que encajaría en este presupuesto. Pero si hay un espacio azul por excelencia, ese es el cielo, y todos vivimos más o menos cerca de él. Incluso en Oviedo, dónde no contamos con mar, ni siquiera con algún río o lago en las proximidades, tenemos un cielo sobre nuestras cabezas. Quizás no tan azul como en Barcelona, pero azul al fin y al cabo.
Pese al prestigio de esta investigación, realizada bajo los auspicios de la Fundación La Caixa, en Vivat Psicólogos no acabamos de encontrar su utilidad. De hecho, en una lectura superficial parecerían arrojar resultados con cierto aire de perogrullo. El azul es bueno para la salud y el bienestar emocional, qué duda cabe, si vives bajo cielos luminosos, en espacios abiertos, cerca del mar o de un plácido estanque. Pero la duda surge desde el primer momento ¿Es sólo la exposición a eso espacios donde priman los azules lo que resulta beneficioso o son las actividades favorecidas por el entorno las que producen beneficios? Quien vive cerca del mar, por poner un ejemplo, normalmente tendrá mayores facilidades de acceso a áreas que per se son más favorecedoras de la actividad física o la vida al aire libre, como la playa, lugares apropiados para la pesca o los deportes náuticos.
En todo caso, los efectos beneficiosos para la salud a nivel mental y psicológico de la actividad física y la vida al aire libre son sobradamente conocidos. Y por ende, vivir en espacios abiertos, o alejados de entornos urbanos, también predispondría a la mayor probabilidad de realización de actividades al aire libre, aunque solo consistiesen en pasear, bajo el beneficioso influjo de su color azul. Parece todo bastante lógico.
Como psicólogos podemos compartir o no ciertos métodos de investigación, o más bien los fines a los que estos sirven, pero lo cierto es que este estudio se ha llevado a cabo a nivel internacional y ha abarcado un ingente número de muestras estadísticas. Por eso sus conclusiones merecen ser, como mínimo, tenidas en cuenta. Bien para rebatirlas, bien para aceptarlas o para terminar afirmando que para ese viaje no se precisaban alforjas. Y esas son conclusiones que cada uno tendrá que sacar por sí mismo.