Cómo nos relacionamos con el mundo
Todos los individuos nos relacionamos con el mundo exterior a través de la percepción. Los inputs con los que nuestro cerebro trabaja están constituidos por la información que nuestros sentidos nos facilitan: olfato, vista, oído, gusto, tacto. Son la puerta de entrada de nuestra mente a la realidad que está ahí fuera.
Pero también son un filtro. Desde el punto de vista filosófico hay muchas teorías que relacionan mente y percepción y sus interdependencias. Es ya clásica la paradoja que formuló Berkeley al afirmar que cuando un árbol cae en un bosque solitario no hace ruido porque no hay nadie allí para escucharlo.
Interpretamos como percibimos
Sin embargo, trataremos de dar el salto desde las elucubraciones de un obispo irlandés del siglo XVII, como Berkeley, a la realidad tal y como es percibida por un ciudadano cualquiera de Oviedo o cualquier otra capital de provincia en la España del siglo XXI. Le guste o no a Berkeley, las cosas suceden, y la percepción que de ellas tenemos también influye en cómo nos las representamos. Es decir, en cómo las interpretamos o nos las contamos a nosotros mismos y a los demás.
Desde el punto de vista psicológico, es el estudio de la programación neurolingüística el que nos enseña como elaboramos representaciones del mundo exterior o mapas de la realidad a partir de nuestros sentidos. Porque no todos pensamos igual, ni todos nos representamos el mundo de igual manera. De como nos relacionamos con el mundo y las herramientas que utilizamos para ello dependen buena parte de las terapias que los psicólogos podemos aplicar para tratar ciertos trastornos o desequilibrios emocionales.
Clases de personas por cómo perciben el mundo
En realidad, los patrones de la realidad o el modo en como codificamos toda la información que nos brinda nuestra percepción varían de persona a persona. Y se ha llegado a afirmar que existen 3 clases de personas según la manera de percibir el mundo: Kinestésico, visual o auditivos.
Para un kinestésico el mundo se puede codificar a través de emociones y sensaciones físicas primarias como el tacto, el gusto o el olfato. Lo primero que contarán de sus vacaciones será el intenso olor de ese mercadillo tailandés, la agradable temperatura del agua o el tacto de la arena fina de las playas que visitaron. Y así, en todo.
Para aquel en el que prima la representación visual de la realidad, los paisajes serán quienes dejen su impronta en el recuerdo de unas vacaciones, o las puestas de sol. Son buenos fisonomistas y se fijan mucho en la apariencia externa de las personas. Con el auge actual de las redes sociales, quizá más que una tendencia sea un destino ineludible de la humanidad el priorizar estos canales de relación e interpretación con el mundo.
Para quien utiliza los patrones auditivos para relacionarse prioritariamente con la realidad, importan los sonidos o su ausencia, el silencio de un paseo por la montaña, más que el paisaje. La algarabía, los conciertos, la buena música…y la voz de las personas, pero no tanto para desentrañar lo que dicen sino el tono en el que lo dicen. Captan los matices e inflexiones de la voz mucho mejor que el resto, y a partir de ahí construyen sus mapas de la realidad.
Desde luego, como psicólogos en Oviedo no podemos clasificar a nuestros pacientes en alguna de estas simples categorías. Pues la psicología clínica tiene otras prioridades. Pero sí podemos decir que existen talentos, talantes y personalidades muy variopintas. Y que todos solemos dar prioridad a algunos de nuestros sentidos sobre los demás para clasificar la información que recibimos e interactuar con el mundo.
En Vivat psicólogos contamos con toda la experiencia para abordar el tratamiento psicológico de múltiples problemas. Y sabemos que conocerse a uno mismo y aceptarse es la senda que conduce al bienestar emocional. Por eso cualquier análisis nos interesa. Contacta con nuestro gabinete psicológico y descubriremos cómo restaurar ese bienestar, si lo necesitas.