La respuesta es obvia. De ninguna manera. Es imposible. La felicidad permanente no solo no existe: es una contradictio in terminis. Esta verdad que parece tan evidente, sin embargo, no parece estar lo suficientemente interiorizada en la psique humana. Queremos ser felices siempre, en todo momento, sin parar. Aunque habría que empezar por definir la felicidad como un estadio per se transitorio y más bien evanescente.
Qué es la felicidad y cómo ser feliz siempre
Desde el punto de vista del psicólogo, desde luego, es preferible hablar de bienestar, equilibrio emocional, autorrelización…etc. La felicidad en si misma es un concepto demasiado etéreo y acientífico, aunque como tantas otras categorías universales, sobradamente conocido. Sabemos lo que es la felicidad aunque no sepamos definirla muy bien.
Y hasta tal punto es relevante en nuestros esquemas individuales y sociales que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, recogía como fundamento de sus aspiraciones aquella «pursuit of hapiness» o búsqueda de la felicidad. Todo un principio, o al menos, uno de los anhelos intrínsecos y distintivos de la naturaleza humana. Algo tan connatural al hombre como el instinto de supervivencia, tan presente en Oviedo como en Filadelfia, y a lo que aspiramos conscientemente desde que empezamos a razonar hasta que dejamos de hacerlo.
Suele ser un tópico, sin embargo, en la mayoría de los libros de autoayuda andar a vueltas con la felicidad. Proliferan los consejos del psicólogo para ser feliz, y las interpretaciones son tan variadas como en botica. Desde el punto de vista psicológico, habría que aplicar, la tantas veces mencionada Pirámide de Maxwell. Una cosa es eliminar todo aquello que nos causa infelicidad y otra, a veces muy distinta, acceder a la felicidad como un estadio emocional propio relacionado con un sentimiento de plenitud y compleción
Ser feliz: ¿Un anhelo infundado?
Sin embargo, aunque estemos programados para buscar la felicidad en todo momento y a todo trance, sabemos en el fondo que asirla completamente resulta imposible. Primero porque somos más que conscientes de su carácter esencialmente efímero. Pues esto es lo que le dota de valor, su escasez y su cualidad de inaprensible. Y, en segundo lugar, porque también sabemos que muchas veces identificamos erróneamente nuestro objetivo. Reputamos como momentos felices aquellos que lo son más por la eficacia distorsionadora de nuestro recuerdo que por su valor en sí. Un ejemplo: la infancia. Tendemos a recordar la infancia o episodios de nuestra niñez concebida como una época más o menos feliz. Impregnada de este sentimiento. Pero esto, muchas veces, puede estar influido, por lo que en psicología denominamos «distorsiones cognitivas».
En definitiva, cómo ser feliz es una muy buena pregunta, aunque no tenga una fácil ni unívoca respuesta. Ahora, cómo ser feliz siempre, no es más que una quimera, pues desde el momento en que consiguiéramos ser felices siempre, la felicidad carecería de sentido. Por poner una metáfora, podría decirse que ser feliz se parece a algo así como asir un puñado de arena con la mano. Por mucho que lo apretemos, los granos se escurrirán indefectiblemente entre nuestros dedos. Y cuanto más tratemos de aferrarlos, más se escaparan. Como ser feliz siempre va a resultar un imposible se trataría de maximizar esos instantes.
Trucos para ser felices en la medida de lo posible
A este respecto, merecen la pena muchas de las reflexiones que la psicóloga Silvia Alvar, introduce en su libro ¿Por qué no soy feliz? del que podéis ver una breve reseña aquí. Básicamente, se trata de apelar al valor de lo que percibimos como experiencias agradables, aunque sean de una baja intensidad solo aparente. Vivirlas de forma profunda y tratar de disfrutarlas conscientemente. El clásico valor de las pequeñas cosas, que no por clásico deja de ser menos valioso. Ya que no podemos ser felices en todo momento, se trata de rebajar nuestras expectativas al nivel de lo realizable y lo práctico, sin por ello renunciar a objetivos o metas vitales que nos motiven o incentiven en nuestro día a día
Por nuestra parte, como psicólogos en Oviedo tratamos contribuir al bienestar de nuestros pacientes con un trabajo de psicoterapia centrado en la persona, tenaz y responsable. Si tienes problemas psicológicos y buscas como solucionarlos contacta con nosotros.