Si lo has sufrido, sabes lo que te describimos: sudores, falta de aliento, mareos, palpitaciones, entumecimiento, nauseas o sensación de ahogo.
Te puede ocurrir en el momento menos esperado, ya sea en público o en privado, pero siempre se te queda un mal sabor de boca cuando ocurre. En realidad, el ataque de pánico es sólo una manifestación de tu cuerpo que intenta reaccionar a un peligro inexistente en la realidad, pero muy real en tu mente.
Los ataques de pánico, si bien tienen un origen neurológico (sensibilidad a los antagonistas alfa2 de los receptores adrenérgicos post-sinápticos) son la reminiscencia de un sistema de autoprotección de nuestros antepasados, sin servicio alguno a día de hoy.
Ataques de pánico, ¿se pueden controlar?
Como ya sabrás, existe una etapa en los ataques de pánico en la que el cerebro se prepara para recibir el ataque: Sabe que algo va mal y sabe qué es. Lo que no sabe es si podrá pasar de nuevo por otro ataque. Por ello, tu cerebro recuerda ataques de pánico pasados y se retroalimenta con el terror que la vivencia conlleva.
En nuestro centro de psicólogos en Oviedo llevamos a cabo terapias de reeducación para romper con el ciclo auto reforzado de los ataques de pánico.
Conseguiremos que entiendas la verdadera razón por la que ocurren estos sucesos en tu vida y aprender a evitarlo antes de que se desencadene el miedo. Entre nuestros objetivos se encuentran:
• Recordarte que la sensación no es peligrosa ni dañina. Sólo molesta.
• Aprender a no añadir más pensamientos alarmantes o negativos en estado de pre-ataque.
• No luchar contra el ataque ni intentar huir de las sensaciones y el miedo.
• Enseñarte a mirar más allá del ataque y recordar su carácter momentáneo.
• Trabajar con la raíz del problema y las situaciones de tu entorno que desencadenan la respuesta fisiológica.
Recuerda que contamos con una orientación gratuita de forma presencial en nuestro centro de psicólogos en Oviedo sin ningún tipo de compromiso. Esperamos poder ayudarte.