Cada día, miles de personas reciben tratamiento psicológico en España para atender a muy distintas situaciones y problemas. Acudir al psicólogo ha dejado de ser motivo de estigma social, algo vergonzoso que debe ser ocultado o incluso evitado. Lejos de aquellas concepciones más propias de sociedades hasta cierto punto atrasadas, o de bajo nivel cultural, la actual propagación de la información y el acceso casi libre a sus fuentes favorecida por los medios digitales ha transformado esta percepción negativa. Cuando Debemos Acudir al Psicologo
Ahora, lejos de ser motivo de desdoro o asunción de ningún tipo de tara inhabilitante para la vida cotidiana o en comunidad, el hecho de acudir a recibir tratamiento psicológico, puntual o reiteradamente, simplemente denota que existe una necesidad y que somos los suficientemente inteligentes para tratar de paliarla con la ayuda profesional competente. El hecho en sí
La terapia cognitivo-conductual (TCC), nuestra base terapeútica, es una forma de tratamiento psicológico orientada a la acción en la que el terapeuta y el paciente trabajan en equipo para identificar y resolver problemas. La Terapia asume que los patrones de pensamiento irracionales o erróneos causan un comportamiento desadaptativo (comportamiento contraproducente que interfiere con la vida diaria) y emociones “negativas”. Los terapeutas ayudan a los pacientes a superar sus dificultades a través de un tratamiento enfocado en la modificación de patrones de pensamiento, de modo que se obtenga la modificación del comportamiento y el estado emocional.
Desde un punto de vista metodológico, la terapia Cognitivo-Conductual es una disciplina científica. La eficacia de las técnicas o la veracidad de los modelos, no se basan en escritos u opiniones más o menos brillantes o creativas, sino en datos experimentales. Cuando por ejemplo se afirma que la “Exposición in Vivo” es el tratamiento de elección para la agorafobia, se dice así porque hay cientos de estudios que lo demuestran. Se caracteriza por dar a corto plazo una notable mejoría en los pacientes, posibilitando así un tratamiento que no se exceda en el tiempo, ya que el propio paciente a medida que va aprendiendo las técnicas ejerce de “psicólogo” para sí mismo.
Las metas de la terapia cognitiva son ayudar a las personas a alcanzar un alivio de su desorden y prevenir la reincidencia.
El trabajo en las sesiones consiste en ayudar a resolver sus problemas de la vida real y enseñarles a modificar su pensamiento inadecuado, comportamiento disfuncional y afecto angustioso.
Un psicólogo Cognitivo-Conductual es un experto en aprender y desaprender. La terapia consiste en enseñar una serie de técnicas y estrategias psicológicas probadas científicamente para que la persona afronte su problema emocional y lo maneje hasta eliminarlo. El psicólogo es un entrenador y la terapia es un proceso de entrenamiento o reaprendizaje donde se elimina el resultado de malas experiencias.