Psicólogos en Oviedo
¿Hasta que punto influye el entorno en el que vivimos en nuestra manera de pensar? Desde luego, existe una influencia primaria y demostrable sobre estados de ánimo y alteraciones emocionales directamente producidas o agravadas por el ambiente natural o físico que nos rodea, pero ¿hay algo más?. Por supuesto que sí.
Los psicólogos en Oviedo, por ejemplo, ejercemos profesionalmente sobre un espectro de población generalmente urbana si bien el entorno natural de nuestra ciudad cuenta con dos importantes condicionantes medioambientales con incidencia en el bienestar psicológico. Así, la presencia de espacios verdes significativos tanto en el centro como en la periferia de Oviedo, se combina con un predominio estadístico de días nublados al año algo por encima de la media que en otras latitudes (a pesar del cambio climático) y todo esto se refleja, claro está, en nuestros pacientes.
En definitiva, como psicólogos en Oviedo estamos en condiciones de afirmar por propia experiencia que el tipo de ambiente en que vivimos no puede considerarse un factor neutro, sino más bien un factor más, de los muchos que inciden en la configuración y desarrollo de nuestra psique. Sin embargo, lo que se trata ahora de dilucidar es hasta que punto el medio ambiente puede influir en el desarrollo cognitivo de las personas, y muy particularmente de los niños. Y según un reciente estudio del Instituto para la Saludo Global de Barcelona, los niños que viven cerca de zonas verdes evidencian una significativa mejora de la capacidad de atencion. Este estudio viene a complementar a otro anterior que apuntaban la incidencia positiva en el desarrollo cognitivo de los espacios verdes en el entorno escolar.
En el estudio realizado ahora, se vienen a proporcionar las evidencias científicas de que una exposición a espacios verdes de modo continuado en el lugar de residencia favorece la obtención de resultados mejores en las pruebas destinadas a medir capacidad de atención de los niños.
De este estudio realizado por IS Global, parce deducirse pues que no sólo el azul es bueno para la salud en Barcelona, – algo de lo que nos hacíamos eco con un guiño a la actualidad en nuestra última entrada – sino también el verde. Y no sólo en ciudades tan en el candelero actualmente como lo es Barcelona, sino en todo tipo de localidades y entornos, y muy particularmente en aquellas de la que un día dio por denominarse de la España Verde, como es el caso de Oviedo donde nos encontramos.
Si bien no son desconocidos los efectos beneficiosos para la salud mental de los espacios abiertos, luminosos y con abundante vegetación, así como la incidencia del ejercicio físico o las posiblidades de socialización que propician este tipo de lugares o su proximidad a ellos, lo novedoso estaría aquí en su incidencia positiva en el desarrollo congintivo de los niños. Algo que, como psicólogos infantiles en Oviedo, no podemos dejar de valorar en Vivat.