EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN PSICOLOGÍA

Nieves
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Consultar a un psicólogo para tratar un problema determinado no deja de ser una relación interpersonal. La confianza y el trato directo son fundamentales. No obstante, es una tendencia creciente, especialmente tras la pandemia, la realización de consultas online a psicólogos así como a otros muchos profesionales del mundo sociosanitario. Por otro lado, la inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo en todos los contextos (científico, social, político, económico…). El ámbito de la psicología clínica también se está viendo afectado por dicho fenómeno, integrándose en aplicaciones que permiten analizar patrones de comportamiento o detectar problemas de salud mental, entre otros.

¿Constituyen un avance real este tipo de intervenciones? ¿Desaparecerá la consulta al psicólogo tal y como la hemos conocido hasta ahora?

Para evaluar y tratar de contestar estas y otras cuestiones, analizaremos algunos supuestos en los que las herramientas de IA están irrumpiendo en el mundo de la psicología, así como sus aportaciones.

Evaluación y diagnóstico del paciente

Con respecto a la automatización de la evaluación, las herramientas de IA empleadas para obtener información y establecer diagnósticos preliminares permitirían calificar pruebas psicológicas y analizar las respuestas de cuestionarios ofreciendo resultados aparentemente eficientes. Como todo proceso automatizado, sin embargo, la supervisión de un psicólogo o su intervención directa sigue siendo indicada en numerosos supuestos.

En cuanto a la detección temprana, el volumen de datos cotejados a través de la IA posibilitaría – se nos dice –  la detección temprana de diagnósticos como la ansiedad o la depresión, entre otros, ya que sus algoritmos son  capaces de identificar aspectos que el ser humano podría pasar por alto. En lo que respecta al análisis de datos intermodales, la Inteligencia Artificial tendría la capacidad de integrar datos de diversos contextos como texto, expresión facial o voz, permitiendo llevar a cabo un análisis profundo de cada individuo y desarrollar un diagnóstico más completo y personalizado.

Intervención y terapia

He aquí, donde la polémica parece más justificada. Es cierto que en terapia asistida por IA existen ya una serie de chatbots y aplicaciones que pueden interactuar con el usuario en tiempo real y ofrecer apoyo psicológico con técnicas eficientes. Algunos insisten en que incluso pueden diseñar y coadyuvar en intervenciones terapéuticas como la TCC (Terapia Cognitivo-Conductual). No hay que olvidar, sin embargo, que ese tipo de herramientas son eso, instrumentos que pueden facilitar ciertas tareas como mera asistencia al tratamiento supervisado por un psicólogo, aunque no sustituirlo en la mayoría de los casos.

Por otro lado, en cuanto a tratamientos personalizados, el análisis de datos acerca del paciente, que ofrece la IA, siempre puede ayudar al psicólogo a personalizar la terapia ajustando el contenido y la intensidad de la misma en función de las necesidades detectadas. En cuanto al seguimiento, existen también aplicaciones de IA que permiten llevar a cabo un monitoreo continuo de la evolución de cada paciente, enviando alertas a los terapeutas cuando se detectan signos de retroceso o deterioro en dicho proceso y facilitando así una intervención más eficaz.

Investigación

En el campo de la investigación es donde la IA sin duda contribuye ya con grandes aportaciones al desarrollo de la psicología como ciencia. Los grandes volúmenes de datos que permite analizar la IA resultan fundamentales para incrementar los conocimientos en numerosos ámbitos y aplicarlos a soluciones efectivas.  Por otro lado, las simulaciones basadas en IA permiten reproducir ciertos aspectos de la realidad, contribuyendo a la creación de complejos modelos de comportamiento humano, con el objetivo de desarrollar nuevas hipótesis y entender mejor los procesos psicológicos.

Con respecto a las publicaciones y revisiones científicas, la IA también se está empleando en la revisión y ordenación de la literatura científica, mejorando la calidad de los contenidos y agilizando su publicación. De este modo, identifica los contenidos más relevantes y de mayor calidad en los distintos estudios.

Desafíos y Consideraciones Éticas

Además de como herramienta, la difusión de la IA se plantea como reto, también para nuestra salud mental y emocional. Noticias e investigaciones recientes se han hecho eco de los beneficios y perjuicios de la IA en el ámbito emocional . La cantidad de recursos ilimitados que es posible analizar a través de la Inteligencia Artificial también genera incertidumbre sobre el manejo de datos y el recelo de pacientes y profesionales con respecto a la salvaguarda de los datos personales de los primeros. Por otro lado, los algoritmos de IA no son infalibles ni están exento de errores o deficiencias. Esto implica la necesidad de un uso responsable y subordinado a la supervisión profesional de todo este tipo de herramientas.

En cualquier caso, el empleo de la IA, al menos en su estado actual, no puede llevar a sustituir la tarea del terapeuta o solaparse con ella. Aunque la intervención tecnológica contribuye a mejorar algunos resultdos, la presencia del profesional en el desarrollo de la terapia no es menos relevante, al contrario, se sigue revelando como primordial.

No pueden soslayarse, por todo lo expuesto, las  derivadas éticas que está generando dicho fenómeno. Pues una deshumanización de la actividad profesional de los psicólogos iría contra la esencia misma de la psicología. En Vivat, como gabinete de psicólogos en Oviedo, apostamos por un trato personal que cimiente relación de confianza con cada paciente. Esto no significa renunciar a la asistencia tecnológica cuando sea precisa. Por responsabilidad y experiencia, contamos con una metodología y sistema de trabajo que se adapta a las necesidades de cada paciente. Contacta con nosotros y podrás comprar cómo podemos ayudarte.