¿Qué son las distorsiones cognitivas?
Las distorsiones cognitivas son pensamientos automáticos o patrones mentales que nos hacen responder a los estímulos y situaciones reales de una forma programada o preestablecida…y generalmente equivocada. Pues su propio automatismo impide una reacción o interpretación racional y objetiva de lo que pasa, o de lo que estamos viviendo.
Son esquemas de pensamiento adquiridos, que aplicamos de manera rígida e inflexible, o exagerada. Distorsionan nuestra percepción de la realidad. O de nuestras posibilidades de conocerla y entenderla cabalmente. De ahí su nombre. Estas son algunas de las más comunes que en nuestro ejercicio como psicólogos en Oviedo solemos encontrarnos en la consulta.
Pensamientos dicotómicos
Parten de patrones de pensamiento muy rígidos que dividen la realidad y el mundo en dos bandos. O blanco o negro. No permiten apreciar zonas grises en nuestros juicios. O estás conmigo o contra mí. Si alguien me falla ya no se lo perdono, no merece mi confianza porque no es de fiar. Las dicotomías llevan a la polarización del pensamiento. Y el polo negativo suele atraer más que el positivo. Si califico a alguien de mala persona, es que no puede hacer nada bueno. Si esta otra persona no tiene estudios superiores es que debe ser necesariamente estúpida o poco inteligente. Son ejemplos habituales de la rigidez de los pensamientos dicotómicos.
El razonamiento emocional
Desde el punto de vista del psicólogo, muchas terapias tienen que ver con desmontar razonamientos construidos desde las emociones. Este tipo de razonamientos confunden lo que las personas son con lo que la emoción nos dicta. Si hoy me siento fracasado o poco útil es que realmente lo soy. Si alguien me genera rechazo es que debe de ser una persona realmente odiosa. Pero pensar desde las emociones nubla nuestro juicio y nos impide valorar la realidad con objetividad. Y la distorsiona, a peor.
Las generalizaciones
Suponen aplicar esquemas mentales aprendidos y de una forma exagerada. A partir de un hecho concreto y real, se construyen consecuencias exageradas o absolutas. Sin atender a ningún matiz. Si suspendí un examen es que nunca voy a aprobar la carrera. No valgo para nada. Si no te acordaste de nuestro aniversario es que no te importa lo nuestro. Siempre vas a lo tuyo. Las personas con tendencia a las generalizaciones abusan del empleo de ciertos adverbios como todo o nada, siempre o nunca, todos o nadie…etc.
Pensamiento catastrofista
Puede estar relacionado con la hipocondría o con haber padecido alguna situación traumática. Los patrones de pensamiento catastrofista extraen de un hecho o vivencia determinada predicciones negativas erróneas o detectan amenazas donde no las hay. De un acontecimiento objetivamente malo, como la enfermedad grave de un familiar o haber tenido un accidente, deducen una proyección de alerta permanente hacia el futuro. Como me ha pasado algo malo he de estar atento porque volverá a pasar. Si mi tío murió de un tumor cerebral y me duele la cabeza es que tengo un tumor. Si en el pasado tuve problemas económicos, cualquier revés actual me conducirá a la ruina.
Pero esa alerta o esa prevención son exageradas. Nos lastran en nuestro presente y nos impiden relajarnos y disfrutar de la vida conforme se nos va presentando. Y generan miedo e inseguridad y angustia.
Pensamiento de negación
Es una actitud contraria a la de los catastrofistas. Nos convencemos de que no hay nada que atender aún cuando tengamos un problema real. Negamos su existencia y no prestamos atención a cualquier signo que nos pueda alertar de una situación peligrosa o dañina. Con el pensamiento de negación soslayamos nuestros errores y debilidades y no ponemos coto a situaciones que es mejor abordar cuanto antes, o parar a tiempo. Creemos que negando la realidad o dejando de pensar en ella, los problemas desaparecen.
El perfeccionismo
Esta distorsión cognitiva nos lleva a la exigencia permanente y a la intransigencia hacia los demás o hacia nosotros. Y si no cumplimos, o los demás no cumplen, esas expectativas reaccionamos con emociones negativas, depresión o frustración internas, o rabia y rechazo hacia los demás. Son las consecuencias más habituales de la distorsión perfeccionista con las que nos solemos encontar los psicólogos. Y pese a lo que pueda parecer a primera vista, puede acarrear problemas en el ámbito laboral. Así lo señala la RAE en su definición de perfeccionismo.
La atención selectiva
En un claro ejemplo de distorsión de la realidad la atención selectiva solo se fija en aspectos negativos de los demás o de nosotros mismos. Una vez que se nos atraviesa una persona no vemos más que sus defectos.
Y también se aplica a las relaciones de pareja. En nuestra experiencia como psicólogos en Oviedo expertos en terapia de pareja suele ser habitual ver esta distorsión cognitiva. Cuando una de las dos partes de la pareja entra en un bucle de reproches y exigencias hacia la otra. Y solo es capaz de ver lo aparentemente malo que hace pero no lo bueno. Simplemente porque no cumple nuestras expectativas. Unas expectativas que muchas veces hemos construido irracionalmente. Y de las que la otra persona no tiene ni la culpa ni la responsabilidad de que se vean supuestamente defraudadas.
Etiquetar a otros
Algo aparentemente inocente pero que puede resultar muy nocivo y tóxico. Si etiquetamos a las personas sin darles margen de demostrarnos que estamos equivocados generamos sufrimiento. Pues las etiquetas suelen ser despectivas. Es una falsa, está loca, me tiene envidia…etc. Muchas veces estas etiquetas proyectan inseguridades o defectos propios hacia los demás. En un intento por justificarnos. O culpar a los demás. Y también genera dolory conflicto en la persona que etiqueta, pues en el fondo sabe que son juicios sustancialmente falsos.
Personalización
Al personalizar estamos distorsionando la realidad por atrtibuir un significado que tiene que ver con nosotros a todo lo que los demás hacen o dicen. Me ha mirado mal, lo ha dicho para fastidiarme, o mira que aires se da para hacerme de menos…etc son frases y pensamientos que se repiten cuando personalizamos. Como tantas distorsiones, desde el punto de vista de la terapia psicológica, la dificultad reside en hacer ver a quien la padece que ese tipo de valoraciones pueden estar infundados. O que no se basan en pruebas reales o tangibles.
Todas estas distorsiones pueden afectarnos y privarnos de un juicio objetivo de la realidad que nos circunda y de cómo somos. Y al hacerlo nos priva de la posibilidad de ser felices o de afrontar los problemas objetivos con un margen de maniobra suficiente. Si te sientes identificado con muchos de ellas, o que tu sufrimiento puede estar relacionado con alguna en particular no lo dudes. Necesito un psicólogo es la primera frase de un razonamiento objetivo que nos puede conducir a la sanación y el bienestar. Contacta con Vivat Psicólgos, en Oviedo encontrarás pocos profesionales con mayor experiencia y compromiso hacia sus pacientes. Aunque los hay, y pueden ser lo que necesitas.