¿Cómo nos enfrentamos los adultos a las emociones de los niños? Desde Vivat psicólogos queremos hacer especial hincapié en la necesidad de respetar y comprender la importancia de las emociones de los mas pequeños desde antes del año de edad. Por ello publicaremos una serie de artículos dedicados a las emociones básicas y cómo aprender a gestionarlas desde cero, para poder crear adultos emocionalmente estables.
Emociones básicas de los niños
En este primer artículo hablaremos de la alegría. Todos queremos que nuestros hijos sean felices. ¿Quién no quiere que sus hijos sean felices? ¡Ojalá todo el mundo fuera feliz! Pero como todas las emociones que veremos en siguientes artículos, la alegría también es mala en exceso.
Los humanos somos capaces de sentir alegría desde casi los 3 meses de edad. Es la primera emoción consciente. Cuando los bebés comienzan a comunicarse, lo hacen sólo a través del llanto, si necesitan algo, o mediante la sonrisa.
Pero ¿qué ocurre cuando se es alegre en exceso?
Realmente no existen niños que por propia voluntad intenten estar siempre alegres. Si bien es cierto que se ha dado el caso de niños con aversión por las malas emociones, como consecuencia de un condicionamiento social inadecuado.
Como padres, tutores o educadores, tenemos la obligación de no menospreciar este tipo de condicionamientos y estar atento para explicar a los niños, de forma calmada y racional, que la alegría, así como la tristeza, son necesarias y complementarias y ninguna tiene más importancia que otra.
La alegría mal interpretada, también puede ser problemática en el futuro
¿Nunca habéis visto a alguien caerse, y a alguien más que se ríe a carcajadas en vez de ayudarle a levantarse?
Este hecho deja al descubierto una falta de empatía mal tratada desde la infancia, en la que se construye una imagen de “felicidad” a costa del mal del resto: una mala gestión de la felicidad.
Ya desde antes del año, aunque parezca que a esas edades no entienden, es el momento adecuado para explicar de forma reitererada y breve, cuándo está bien sentir alegría y cuando no.
La alegría: una emoción más
Si estamos atentos a las primeras emociones de los niños podremos atajar los problemas derivados de una mala gestión de las emociones que, a largo plazo, se podrían arraigar en los hábitos de los menores, causando problemas desde la adolescencia, hasta la edad adulta. Como psicólogos en Oviedo estaremos encantados de atender todas tus dudas si crees que tus hijos tienen algún problema gestionando sus emociones. Para más información llama al 647 616 404.
