La psicología de los juegos de azar hunde sus raices en mecanismos cerebrales y emocionales muy diversos. Lo que puede parecer una simple forma de entretenimiento, sin embargo, para algunas personas, puede transformarse en una adicción devastadora. La ludopatía, también conocida como juego patológico, es un trastorno psicológico que afecta a un número significativo de individuos en todo el mundo. Pero ¿en qué consiste este trastorno y cuales son los factores que influyen en su aparición? Ambas cuestiones las examinaremos a continuación.
¿Qué es la Ludopatía?
La ludopatía es un trastorno adictivo caracterizado por la necesidad incontrolable de jugar y apostar, a menudo con consecuencias graves en la vida personal, financiera y social de quien lo padece. Aunque el juego puede ser una actividad recreativa para muchas personas, para los ludópatas, se convierte en una obsesión que afecta su gravemente a su bienestar y estabilidad emocional. Y puede generar otros trastornos psicológicos graves y acabar incluso en suicidio, como lamentablemente sucede en ocasiones.
Cómo saber si soy ludópata
No toda persona que realiza una apuesta o participa en determinados juegos de azar con cierta regularidad puede decirse que tenga un trastorno psicológico o de comportamiento.
Sin embargo, en los estadios más avanzados, los que lo padecen y quienes les rodean perciben claramente la existencia de un grave problema psicológico, más allá de las etiquetas. Saben de su dependencia del juego y son conscientes de la espiral autodestructiva que los envuelve, pero muchos creen estar a tiempo de solucionarlo por sí mismos.
Por eso, no es extraño que muchos jugadores compulsivos se nieguen a aceptar lo grave de su situación o a acudir a un psicólogo para someterse a terapia de tratamiento de la ludopatía. La perspectiva de seguir jugando para recuperar las pérdidas sufridas se abre como una solución engañosa que, a veces, dificulta la asunción del problema y la búsqueda de un tratamiento eficaz.
Lo anterior es más válido aún, si cabe, para quienes se encuentran en la fase inicial de este trastorno. Al igual que otras adicciones, es fácil engañarse negando una dependencia que no puede hacer sino agravarse cuando sus síntomas iniciales no son tan evidentes. Aquí es donde la actuación del psicólogo especialista en adicciones puede revelarse más eficaz. Pero, lamentablemente, estos casos no son los más habituales en presentarse a consulta. Cuando alguien tiene dudas de si otra persona tiene este trastorno, o directamente se pregunta cómo saber si soy ludópata, muy problablemente es que ya lo es. Pero obtener una respuesta es fácil: acudir a la consulta de un psicólogo despejará todas las dudas. Buscar un tratamiento para la ludopatía en Oviedo, por ejemplo, no supone hoy ningún problema para quien lo necesita.
Signos más comunes reveladores de la Ludopatía
Los síntomas que pueden revelar que estamos ante este trastorno suelen variar de una persona a otra. Y solo un análisis profesional nos revelerá la existencia y gravedad del problema. Algunos indicadores comunes incluyen:
- Preocupación constante por el juego, hasta el punto de hacer de él el eje de nuestra vida cotidiana y ocupar buena parte de nuestros pensamientos desplazando todo lo demás.
- Incapacidad para detenerse o limitar la cantidad de dinero gastado en el juego.
- Mentir sobre el juego a amigos y familiares.
- Descuidar responsabilidades personales y profesionales debido al juego.
- Pérdida de interés en actividades previamente placenteras.
- Necesidad de apostar con cantidades cada vez mayores para experimentar la misma emoción.
- Intentos infructuosos de controlar o detener el juego.
¿Por qué el juego engancha? La Psicología Subyacente
La ludopatía se basa en una serie de procesos psicológicos complejos. La mente humana se encuentra sometida a múltiples estímulos y situaciones diversas, además de factores genéticos o ambientales que condicionan nuestras reacciones y comportamientos. En algunos casos, existen circunstancias que desencadenan un trastorno que hace incontralable la respuesta a estos factores condicionantes, generando una verdadera adicción, comportamientos obsesivos o hábitos destructivos y pérdida del control racional de nuestras reacciones a esos estímulos. Entre los elementos que contribuyen a generar un trastorno del juego, existen algunos que son comunes y se encuentran en la base de la conformación de nuestra psique. Los más habitualmente citados son:
- El Refuerzo positivo: El juego suele proporcionar un refuerzo positivo en forma de emoción, euforia y gratificación cuando se gana. Esto crea una fuerte motivación para seguir jugando.
- Refuerzo intermitente: Los juegos de azar a menudo se basan en refuerzo intermitente, donde las recompensas son inconsistentes en términos de tiempo y cantidad. Esto puede hacer que los jugadores sigan apostando en busca de una gran victoria, incluso cuando las pérdidas superan las ganancias.
- Escape y evitación: Para algunas personas, el juego puede ser una forma de escapar de los problemas, el estrés o la ansiedad. El entorno del casino o las apuestas en línea proporciona una distracción temporal de la realidad.
- Toma de decisiones disfuncional: Los ludópatas a menudo tienen dificultades para tomar decisiones racionales cuando se trata de juego. Pueden ignorar las probabilidades y las pérdidas pasadas, creyendo que están a punto de ganar. Y se dejan guiar por impulsos emocionales o creen descifrar patrones con influencia nula en la práctica como las rachas, rituales, hábitos o manías a la hora de apostar.
En definitiva, la ludopatía es un trastorno complejo arraigado en la psicología humana y muy extendido entre las sociedades más opulentas. Reconocer los signos de la ludopatía es el primer paso para buscar ayuda y tratamiento. Si tú o alguien que conoces lucha con la ludopatía, es importante buscar cuanto antes apoyo psicológico y de profesionales de la salud mental y grupos de ayuda. La prevención y la conciencia son clave para abordar este problema creciente en nuestra sociedad y cada día más extendido entre jóvenes y adolescentes.
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