¿SOY UNA PERSONA ALTAMENTE SENSIBLE?
En nuestra consulta de Oviedo hemos identificado más de un caso. Huyendo de las tipologías de personalidad más al uso, sí es cierto, sin embargo, que la alta sensibilidad es una categoría que puede ofrecer ciertos patrones útiles al psicólogo. Ante la pregunta ¿soy una persona altamente sensible? muchos tienden a atribuirse una condición sin connotaciones aparentemente negativas. Pero no es exactamente así.
Las personas altamente sensibles se definen por varios rasgos que las hacen diferentes a las demás. El propio nombre nos indica que estamos ante personas con una sensibilidad emocional más elevada que la media. La creatividad y unas elevadas capacidades sensoriales son dos rasgos muy típicos de este tipo de individuos que se caracterizan por responder a estímulos externos e internos de una forma profunda, o más intensa de la habitual.
A veces estas respuestas son positivas e incluso beneficiosas al despertar, por ejemplo, la creatividad o las inquietudes hacia los demás. Otras veces, no lo son tanto. Vamos a centrarnos en las segundas, pues son las que pueden necesitar atención psicológica en determinados momentos.
¿Qué siente una persona altamente sensible?
En cuanto a los estímulos internos, puedo saber si soy una persona altamente sensible, cuando son habituales algunas de estas emociones o sentimientos:
- Me duele la cabeza, siento náuseas o reacciono físicamente cuando me sucede algo desagradable o que me contraría.
- Suelo padecer estados de ansiedad, inquietud o nerviosismo con carácter habitual. Aunque no necesariamente sea un visitante asiduo al psicólogo por estos motivos.
- Siento miedo a ser rechazado, ser criticado o no ser aceptado por los demás, en situaciones intrascendentes como por ejemplo al entrar a un local o restaurante y sentir que todos me miran.
- Me cuesta liberarme de emociones negativas como la ira o el resentimiento que pueden surgir por causas nimias como el tráfico o la lentitud de la cola del supermercado.
- Me gusta quejarme cuando creo que tengo razón. No soporto ningún género de injusticia, o de lo que yo considero que es una situación injusta.
- Suelo ser muy crítico conmigo mismo cuando no consigo lo que quiero o tiendo a arrepentirme de las cosas que hice o que no llegué a hacer volviendo continuamente sobre el pasado.
¿Cómo se relacionan con los demás?
En cuanto a las relaciones personales, pueden ser indicativas de si puedo calificarme como una persona altamente sensible, las siguientes reacciones o actitudes.
- Soy muy susceptible y me siento atacado con facilidad cuando se hacen comentarios sobre mí. Por eso me disgusta sentirme analizado y me desagradan los psicólogos o psicoterapeutas.
- Cuando creo que alguien me ha ofendido me cuesta superar el rencor o resentimiento que esto puede generar.
- Me comparo con otras personas de mi entorno y siento qué ellos son afortunados y yo no o que merecería lo mismo o más que ellos.
- Prefiero ocultar mis sentimientos para evitar parecer vulnerable o ser incomprendido.
- Me cuesta aceptar las críticas, aunque sean constructivas.
¿Cómo interactúan en los grupos sociales?
Respecto a la interacción social, las personas con alta sensibilidad suelen definirse por alguno de estos sentimientos o emociones.
- Odio las multitudes y me desagradan las grandes concentraciones de personas.
- No me gustan los grandes eventos multitudinarios con mucho ruido o estímulos visuales potentes.
- No estoy cómodo en los ambientes en los que ocurren muchas cosa simultáneamente o de forma no ordenada.
Todos estos patrones de conducta son tan solo algunos indicativos de la alta sensibilidad. No necesariamente tienen que concurrir todos, y pueden darse de manera asimétrica. Es decir, manifestarse más a nivel social que a nivel íntimo o viceversa. Como psicólogos en Oviedo, en Vivat aconsejamos a las personas alta sensibilidad trabajar distintas estrategias para reforzar la inmunidad emocional o sensorial y aliviar las reacciones adversas o incómodas. Pero también a explorar y potenciar los espacios de crecimiento personal de ciertas habilidades innatas que solo esperan las condiciones adecuadas para desarrollarse.