Psicólogos en Oviedo
Tener algo de vergüenza, es totalmente normal y una señal de salud. Se trata de pequeños miedos ocasionales que no podemos controlar. Pero en muchas ocasiones, pasa a ser un obstáculo que nos lleva a una forma extrema de timidez alejándonos de lo que queremos conseguir.
La manera en la que los demás nos perciben tiene mucho que ver con lo que somos como individuos. Parte de la faceta de nuestra identidad, está relacionada con la imagen que proyectamos al exterior. Es por esto, que la vergüenza esta muy relacionada con el perfeccionismo. Pensar que el resto de personas son maestros y que si nos equivocamos, van a dejar de valorarnos.
Desde nuestro centro de psicología en Oviedo te mostramos una serie de claves para perder la vergüenza y dar un paso hacia delante:
Márcate objetivos y oblígate. No te detengas a pensar si hacerlo o no. Crearás excusas que te harán rendirte y tirar de manera automática la toalla. Márcate compromisos contigo mismo y no te pongas límites.
Revela tus imperfecciones. Todos tenemos pequeños defectos. No es posible mantener una imagen siempre perfecta e idealizada. Debemos mostrar más las imperfecciones sin importarnos lo que opinen los demás.
Autoestima. No debemos creernos inferiores a nadie. Debemos trabajar la autoestima ajustando nuestras creencias en una visión más justa y realista. Quien posee una autoestima baja, suele atribuirse las culpas de cosas que ocurren por accidente o por influencia de terceros.
Júntate con personas desinhibidas. El hecho de ver a los demás perdiendo la vergüenza, te impulsará a soltarte en cuestión de minutos. Rodearse de personas que no se obsesionan por su imagen pública imitaremos sus patrones de comportamiento y pensamiento.
Aléjate. Ponte en el lugar de una tercera persona totalmente ajena e intenta averiguar cómo lo percibiría. De esta forma, es más fácil dejar de pensar en el qué dirán.
Si necesitas más información, ponte en contacto con nosotros. Tras nuestra trayectoria como psicólogos, sabemos que cuando expresamos lo que realmente tememos, deja de ser peligroso.
