Romper con el pasado ¿Es posible?
Una ruptura sentimental siempre deja huella. Puede ser más o menos traumática y ser debida a muchas causas, pero siempre conlleva un proceso de duelo. Al menos, por unas de las partes y, a veces, por las dos. Dejar atrás ese duelo, adaptarse a nuevas perspectivas y emociones vitales es algo que suele costar, según los casos. De hecho, son muchas las personas que acuden al psicólogo en busca de ayuda para superar una ruptura de pareja. Pero no existen fórmulas mágicas. Se trata de un período de adaptación también para nuestra psique. Reordenar nuestros patrones mentales puede llevar su tiempo.
Psicología del desamor
Es muy fácil decir que hay que olvidar al pasado y mirar al futuro. Pero esto puede quedarse en una simple frase hecha para quien se siente abandonado, traicionado o rechazado. Tenga o no tenga razón. Desde el punto de vista psicológico, esas personas se ven asaltadas por una oleada de emociones que, a veces, no son fáciles de gestionar. Y aquí es dónde los psicólogos para terapia de pareja, habituados a abordar los problemas derivados de las relaciones sentimentales, podemos ayudar.
Para empezar, no se trata tanto de mirar al futuro como al presente. Intentar vivir el día a día como un reto de superación e ir atravesando las fases del duelo que genera una situación difícil. Poner fin a una relación de pareja es algo habitual en nuestro mundo. Y es cierto que éste no se acaba por un hecho tan repetido. Pero minimizar la importancia de su impacto psicológico tampoco ayuda a superarlo antes. Hay que asumirlo, para poder dejarlo atrás cuanto antes.
He roto con mi pareja ¿Y ahora qué?
Al romperse una pareja pueden aparecer sentimientos muy diversos. Para una de las partes puede ser de alivio, para la otra, de shock o ansiedad, que a veces, incluso nos cuesta reconocer como tal. En la mayoría de los casos, las primeras emociones suelen dar paso a un período de reflexión más sosegado, en el que afloran sensaciones emotivas más profundas. Tristeza, miedo al futuro, sensación de pérdida, baja autoestima o nostalgia. Estas emociones deben abordarse, no ocultarse y tratar de superarlas sin apremio, pero con tesón. En caso contrario, pueden desembocar en una depresión reactiva que precise tratamiento psicológico.
La ayuda de un psicólogo, en los momentos más difíciles, suele ser positiva para acortar estas fases. Sin embargo, no todas las personas son iguales. Ni reaccionan igual ante los mismos hechos. También hay causas y formas muy diferentes de romper con tu pareja. De hecho, un estudio de la Universidad de Stanford concluye que sufren más por desamor aquellos que se han visto rechazados o abandonados en favor de terceras personas, o que, simplemente, ven atribuida la ruptura a algún aspecto de su personalidad. Y es algo lógico. Al ver puesta en tela de juicio su valía o su identidad por la otra persona, su autoestima se resiente.
Consejos para superar una ruptura de pareja
1. No reprimas tus emociones. Déjalo salir.
El desgarro que puede suponer una ruptura es algo que los psicólogos conocemos de primera mano tratando a personas afectadas en estos casos. Algunos pacientes que han acudido a nuestro gabinete de psicólogos en Oviedo lo comparan con una amputación. Es como si me hubieran arrancado un brazo. Me falta algo. El shock inicial puede ser tremendo si es una ruptura imprevista, o si es consecuencia de una infidelidad. La ira, la rabia y el miedo no son emociones positivas, pero están ahí. Darles curso y saber canalizarlas es mejor que tratar de taparlas. Porque, al fina afloran bajo otras formas. Para lograrlo puedes recurrir a un psicólogo.
2. No abuses de medicación, ni de estimulantes o relajantes.
El tradicional «beber para olvidar» ha dado paso en nuestros días a cócteles de fármacos de los que no es conveniente abusar. Y utilizarlos, en todo caso, siempre bajo supervisión médica. Para superar esos estadios iniciales de desconcierto, es mejor tratar de hacerlo a través de la actividad física intensa o si, es posible, de un viaje o algún tipo de entretenimiento novedoso o que rompa con nuestra rutina.
3. Intenta no perder la disciplina de costumbres y los hábitos saludables.
Tanto el sueño como las comidas se suelen ver afectadas en estos trances. Tratar de comer bien, aunque no tengamos apetito y mantener los horarios de descanso, en lo posible evitará caer en un caos de desarreglos físicos y emocionales concatenados.
4. Aférrate a tus rutinas más placenteras y reequlibra tus emociones
Por un lado, las rutinas placenteras nos pueden ayudar a aferrarnos a la realidad y no caer en pensamientos obsesivos o destructivos. Por el otro, tampoco es malo romper los momentos de ocio y hacer algo diferente que nos distraiga. Se trata de una cuestón de equilbrio. Evitar estar pensando siempre en lo mismo, pero tratar de observar nuestras emociones desde fuera, para comprenderlas y encontrarles paulatinamente un sentido. Me siento triste porque creo haber perdido algo, pero ¿qué exactamente?, ¿es una cuestión de culpa? ¿Esa responsabilidad era mía o de alguien en particular? con preguntas similares podremos ir avanzano en el autoexamen de nuestras emociones.
5. Evita al máximo los contactos con tu ex
Si es posible, procura no volver a verlo o verla, al menos en un tiempo. Si no existen otros vínculos como hijos o trabajo, lo ideal es poner la máxima distancia. Es una medida de higiene mental que te ayudará a desviar el foco de atención de tus pensamientos. Algo muy necesario en las primeras fases después de haber terminado la relación. Con el tiempo, quizás, todo pueda normalizarse. O a lo mejor una ruptura total de contacto nos ayuda a dejar antes atrás todo lo negativo.
6. Concédete tiempo…y valor.
Aprende a valorarte de nuevo. A reconocer tus fortalezas como persona y que lo que alguien puede calificar como defectos, pueden ser apreciados como virtudes o rasgos atractivos de tu personalidad. Si te tachan de manirroto quizá solo seas generoso. Si te consideran aburrido, puedes ser alguien con un gran mundo interior para otros. Si te echaban en cara tus excentricidades, a lo mejor eras demasiado divertido para esa persona. Y si te afeban tu tacañería, puede que simplemente seas ahorrativo. Si es que eras demasiado previsible para alguien, tal vez seas una persona equilibrada y cabal para otros. En lugar de imprudente, valiente. Soñador, y no poco pragmático. Y si alguien se queja de nunca acabas lo que empiezas, otros te calificarán de persona con grandes inquietudes o con mucha iniciativa. Y así, todo.
La clave es llegar a la estabilidad emocional, la cual nos concede la perspectiva que ofrece el tiempo. Dejar de lamentarse por lo que ya fue y no podrá ser, para disfrutar primero del hoy. Y después, de lo que venga.
En Vivat, te ofrecemos apoyo psicológico para superar una ruptura sentimental sin traumas. Una ayuda efectiva para hacer las cosas más llevaderas y reorientar tus emociones. Ponte en contacto con nuestra consulta de Oviedo y verás como la luz más allá del túnel, siempre es más brillante que la que dejaste atrás.