Terapia de pareja: la desconfianza. Por Vivat, Psicólogos en Oviedo
En terapia de pareja uno de los temas que suelen abordar más los psicólogos junto al de la rutina es el de la desconfianza. Entre los pilares sobre los que se asienta una relación de pareja la confianza, por sobreentendida, no suele ser muy reconocida. Pero es un principio esencial para que las cosas funcionen.
La confianza como base de la relación de pareja
Confiar el uno en el otro es el punto de partida necesario en toda relación de pareja. A partir de ahí se puede construir una relación sólida que permita ser uno mismo a cada uno y, al mismo tiempo, ir desarrollando. La confianza se puede centrar en un compromiso de fidelidad mutuamente aceptado pero también en otros extremos de la relación. Tener la sensación de que el otro miembro de la pareja no es del todo sincero, aunque sea en relación a cualquier aspecto, socava y mina la relación.
A lo largo del tiempo, como psicólogos en Oviedo especialistas en terapia de pareja, hemos abordado suficientes casos como para reconocer algunos factores habituales en la pérdida de confianza de las parejas.
La semilla de la desconfianza en la pareja
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Diferencia de valores.
Muchas veces, más que una incompatibilidad de caracteres, es la diferencia de valores la raíz de los problemas de pareja. Y eso es algo que suele traslucirse en las sesiones de terpia de pareja ante un psicólgo desde los comienzos.
Las personalidades son muy ricas en matices y evolucionan y se adaptan. A menudo se complementan y esta convergencia enriquece la relación. Lo que a uno le falta lo aporta el otro y viceversa. Sin embargo, cuando un psicólogo para terapia de pareja detecta una diferencia entre los valores de uno y otro miembro de la pareja, esa brecha suele estar en el origen de muchos problemas. Y la tendencia es a que se abra con el paso del tiempo.
¿Pero cuáles son o pueden ser esos valores? Las diferentes maneras de comprender la vida y enfrentarse a ella y de relacionarse con los demás sobre la base de unos principios, cuando no es compartida, genera tensiones. Y es una fuente muy habitual de desconfianza en la pareja. Ya que lo no comprendemos fomenta nuestra inseguridad.
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Apego inseguro en la infancia
Los estilos de apego desarrollados a partir de nuestras experiencias en la infancia también suelen influir. La forma de relacionarnos con nuestros padres, hermanos y cuidadores en los primeros años de vida determina un estilo de apego. Una mayor o menor dependencia de los demás y una u otra forma de expresar y canalizar el cariño y otras emociones en nuestras relaciones más estrechas. Quienes han experimentado estilos de apego inseguro en la infancia pueden proyectarlos en sus relaciones adultas. Y esa es otra de las grandes fuentes de la desconfianza en la pareja.
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Deslealtad
El hecho de haber incurrido en alguna falta relacionada con la fidelidad, aunque sea asumida y , en principio perdonada por la pareja, genera un peligroso precedente. Un quebrantamiento de algo que se creía sólido no hace sino revelar que la solidez del compromiso de la otra persona puede no ser tal. Esa es una experiencia común en nuestro gabinete psicológico en Oviedo manifestada por muchas parejas que acuden a terpia. No tanto los celos, que también, sino la inseguridad que produce en el otro esa quiebra de la confianza depositada en quien ha faltado a ella en, al menos, una ocasión.
Por otra parte La falta de lealtad en la pareja puede manifestarse a través de pequeñas traiciones o muestras de desapego, no necesariamente relacionadas con actos de infidelidad sexual. Flirtear con otras personas aún sin pasar a mayores, hablar mal de nuestra pareja a sus espaldas, revelar secretos que nos ha confiado o no apoyarla debidamente en momentos que lo necesita también pueden percibirse como actos de deslealtad.
Cuando la otra parte los detecta, la confianza se quiebra. ¿Qué se puede esperar de alguien que se ha comportado así? preguntan a los psicólogos muchas parejas que se han sentido traicionadas en mayor o menor medida por alguien en quién pensaban que podrían confiar para casi todo.
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Defectos de comunicación.
Muchas veces la desconfianza surge de la falta de comunicación en la pareja. O de una comunicación defectuosa. Poco cuidada, por no prestar a los sentimientos y emociones del otro. De ahí pueden surgir malos entendidos, equívocos, inseguridades o simple desconocimiento de los motivos del otro al actuar de una u otra forma.
Como en esas tramas de enredo donde todo parece apuntar en un sentido y al final se descubre que pasaba todo lo contrario. Lo que ocurre es que en la vida en pareja, a veces esto no sucede a tiempo y la relación se deteriora en exceso. Ahí es donde hay que hacer un esfuerzo extra y acudir a terapia de pareja ante un psicólogo suele ser un paso en la buena dirección.
En definitiva, desde el punto de vista de la psicología la confianza es un activo que puede sufrir variaciones, generalmente a la baja. El inicio de una relación de pareja marca un nivel máximo de confianza. Ambas partes esperan lo mejor del otro, como es natural. Con el paso del tiempo, los errores, el desgaste y los desajustes propios de la evolución de las personas pueden generar una brecha de desconfianza que acabe generando un abismo insalvable.
Si quieres salvar tu relación de pareja y superar los problemas de desconfianza acude a profesionales de la psicología especialistas en terapia de pareja. Casi nunca es demasiado tarde.
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