Después de muchos años de terapias aplicadas a personas que buscan psicologos en Oviedo para tratamiento de la ansiedad, es difícil abordar este trastorno de manera unívoca o sentenciosa. Se trata de un cuadro demasiado común en nuestras consultas y, sin embargo, con evolución y soluciones muy dispares, en función de las causas, personalidad y circunstancias vitales de cada paciente.
CÓMO RECONOCER UN CUADRO DE ANSIEDAD
En otras ocasiones hemos comentado los diversos síntomas de la ansiedad y cómo reconocer si la tienes. A veces, estos síntomas pueden ser lo suficientemente difusos como para no despertar alarma si no desembocan en un episodio o ataque reconocible por su gravedad. Son pistas que la propia persona que sufre ansiedad es incapaz de interpretar correctamente, pues siempre pueden atribuirse a otras causas. Desde las dificultades para conciliar el sueño a pérdida de cabello, cambios de humor bruscos u otros indicativos de que algo no va del todo bien: nerviosismo, temor latente o intranquilidad sostenida.
Muchas veces los trastornos aunque sean perceptibles desde el punto de vista fisiológico o emocional – si son detectados en la consulta del psicólogo -, son solo la punta del iceberg de unas emociones más profundas e intensas. El miedo intenso, sordo y soterrado a que algo terrible suceda o esté ya sucediendo. Un miedo que paraliza y ahoga. Algo a que la pandemia, sin duda, ha contribuido a potenciar.
En el caso de las mujeres la atención psicológica por ansiedad ha experimentado un importante repunte en los últimos tiempos. Según la más reciente encuesta del CIS sobre la salud mental durante la pandemia, cera de un 22% de mujeres en España manifestó haber sufrido ataques de ansiedad o pánico durante este período.
El MEJOR TRATAMIENTO PARA LA ANSIEDAD
Como en tantos padecimientos relacionados con la psicología y la psiquiatría no existen varitas mágicas ni fórmulas magistrales. El tratamiento farmacológico a base de ansiolíticos debe ser recetado y administrado con proporcionalidad por los profesionales cualificados para ello. Se trata de superar los momentos críticos y los episodios de ansiedad o pánico invalidantes. Y, después, la terapia psicológica deberá ir allanando el camino para retornar a la senda del mayor bienestar emocional posible. Eliminar las distorsiones cognitivas y los patrones mentales erróneos suele formar parte de esa labor.
Entender cómo nos perciben los demás y lo que realmente esperan de nosotros es un hito importante, pues a veces la ansiedad hunde sus raíces en la sobrecarga de tareas y responsabilidades. Y calibrar nuestra propia autoexigencia para balancear nuestra autoestima de un modo lo más objetivo posible. Las herramientas para trabajar psicológicamente la ansiedad y sus causas son múltiples: sesiones con familiares, creación de pautas para cambiar hábitos perjudiciales…etc. Con la colaboración activa del paciente, todo es mucho más fácil
Un tratamiento de la ansiedad ante el psicólogo exige constancia y continuidad. Pero la evolución suele ser favorable. Y las consultas se irán espaciando con el tiempo en función de esa mejoría.
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